Su
vida había cambiado rotundamente, ahora tenía mucho espacio y
tiempo para estar consigo mismo. Evidentemente estaba en una
búsqueda, pero no sabía bien de qué. Sí sabía que algunas cosas
que antes eran importantes para él, ya no lo eran, como tener un
auto nuevo, o ganar una cierta cantidad de dinero o estar en el
camino interminable de llegar a ser “exitoso”. Su vida ya había
recorrido unos cuarenta y cuatro años, pintaba canas en su
cabellera, algunas personas le decían señor, pero a él no le
gustaba.
Esa
tarde se encontró con un amigo que hacía rato no veía, no tuvo más
que destaparlo y verlo, para que este encuentro sucediera.
-
Hola Caleu, ¿cómo estás? Hace tiempo que no compartimos un rato
juntos. Ahora me doy cuenta de que te extrañé.
-Hola
Pablín, todo este tiempo he estado aquí. Me da alegría verte.
Pablo
se sobresalta, es una verdadera sorpresa escucharlo, una mezcla entre
susto y alegría. Hasta ahora era él el que había interpretado
cosas que Caleu quería transmitirle, de alguna manera lo sospechaba
pero nunca pensó que podrían dialogar con un avión así,
claramente.
-¡Podés
responderme! !Te estoy escuchando!
-Claro,
lo que sucede es que ahora estás preparado para escucharme, no hay
cambio en mí si no en ti, por lo tanto todo tu mundo cambia.
Sí,
si que ha cambiado, puede darse cuenta de ello, y claro, su mundo
también.
-Sí,
es que a veces se me olvida y veo al mundo como algo que está fuera
de mí, como algo que ya está hecho. Es que desde chico me han
enseñado que el mundo es así, es algo que ya existe, algo que está
lleno de cosas, animales y personas, que las cosas no tienen vida, a
veces hasta las personas pasan a ser cosas y además se espera que
uno haga ciertas cosas que deben hacerse por que alguna vez alguien
lo habrá establecido así. Y así obtendremos la aprobación de la
sociedad que nos está juzgando. Y siendo aprobados nos sentiremos
amados. Pero hay un problema, y es que eso no es amor, más bien es
manipulación.
-¡Pará!,
respirá Pablín. El mundo es tuyo, y hay tantos mundos posibles como
estrellas en el cielo.
Silencio.
-Sabés,
una cosa Caleu, yo creí que mi vida ya estaba armada, encaminada,
que corría sobre rieles.
-El
ir sobre rieles puede resultar más seguro, más rápido o enfocado,
pero vas hacia donde las vías te lleven, y vos sos piloto, ya
experimentaste esa libertad que se siente al volar.
-
Si, pero a veces me siento perdido y no se que es lo que quiero. Y
hay ocasiones en que esto me angustia.
-¡Que
bueno!
-¿¿¿Que
bueno??? ¿Que tiene de bueno?
-Que
ese es el comienzo, el verdadero comienzo de un gran viaje. Imaginate
que vas a una ciudad, que nunca habías visitado, ¿sabés para dónde
queda la plaza? O ¿ hacia que dirección hay que ir para llegar al
banco?
-
No, me sentiría perdido también.
-
Por que es un terreno completamente nuevo, no uno que visitabas de
vez en cuando. Es que, ¿acaso está mal sentirse perdido? ¿acaso
está mal volver a comenzar?
-
En la sociedad pareciera que sí. Pero se equivocan, y yo no estoy
aquí, en esta existencia, para complacerlos a ellos. Yo estoy aquí
para aprender algunas cosas y hacer mi propio camino.
-
Bueno, ya hay algo que sabés entonces, que querés hacer tu propio
camino.
-
Sí, es cierto.
-
Cuando uno está explorando en territorios nuevos puede vivir la
incertidumbre que hay allí con la pesadez del temor o con la
liviandad de la aventura. Sin embargo la incertidumbre es la misma,
la forma de vivirlo está en uno. Aunque, pensándolo bien, hay un
mundo en que la incertidumbre como entidad no existe y otro mundo
paralelo en el que si existe.
-
Esto me conecta con otra cosa, es algo que percibía, me sentía niño
y no me gustaba la idea de crecer o de madurar, es que veía a los
mayores y simplemente me parecían personas que dejaban de jugar, que
dejaban de divertirse y que hacían lo “correcto”, y a veces ni
siquiera eso correcto era propio sino lo socialmente correcto. Acabo
de entender que son cosas distintas: crecer o volverse grande es
inevitable, madurar no. Madurar sería como volverse grande (juntando
experiencias) pero manteniéndonos niños. ¿No se por qué me
aparece esto?
-
¿Será que pensabas que te estabas volviendo grande cuando en
realidad estás madurando?
-
Ja, puede ser. Gracias Caleu por esta charla, fue bueno descubrirte
así. Nos vemos pronto.
Se
fue pensando en todo lo que habían conversado, estaba en paz,
liviano, sintiendo eso que siempre siente cuando está volando.