Propongo
otra manera de entender la responsabilidad que me han transmitido:
Responsabilidad
= Respons-habilidad = Habilidad de respuesta
Esta
forma de ver la responsabilidad me ofrece más oportunidades, me abre
posibilidades, pues hay involucradas en esta interpretación emociones
diferentes a la anterior interpretación. Aquí me encuentro parado en la
posibilidad, en la liviandad, en la libertad. Y son justamente estas emociones
las que necesito para elegir hacerme responsable desde el bien-estar.
Aquí
podemos distinguir claramente entre obligación y responsabilidad, ya que en la
obligación no hay ni liviandad ni libertad. Y después de todo ¿quién dice que
estamos obligados?
Desde aquí, desde este lugar, cuando
elijo hacerme responsable por algo estoy eligiendo responder, tener respuesta
ante las circunstancias, ante lo que se presente, guiando que eso por lo que me
hice responsable vaya hacia donde tiene que ir o llegue a donde tiene que
llegar. Tiene lo estimulante, libre y desafiante de andar en ese espacio de
incertidumbre, de no saber que va a suceder y ver como voy a responder a eso.
Cuando elijo hacerme responsable por
algo estoy creando un nuevo mundo, estoy teniendo en mis manos el poder de
construir el mundo que quiero para mí, ya que estoy eligiendo de qué cosas
quiero hacerme responsable, de qué cosas son importantes para mí.
Entonces qué gran diferencia hay si
elijo hacerme responsable por ejemplo de mi felicidad, de mi salud, de mi
bien-estar, de mis relaciones, de mi situación económica, etc.
Pero cuidado, no es que por hacerme
responsable esté el resultado garantizado, no sé lo que va a suceder, pero si
sé que voy a estar presente a eso para tener una respuesta, como cuando estoy
volando no sé si el viento va a soplar más fuerte, con ráfagas, pero si lo hace
moveré pedales, palanca, potencia, lo que crea conveniente como la respuesta
más adecuada.
¿Que generamos si no nos hacemos
responsables? Nos transformamos en víctimas de las circunstancias y desde el
lugar de víctima sufrimos y no tenemos disponible acciones, creemos que no
podemos hacer nada, que es lo que nos tocó. La víctima tiene todo un discurso,
toda una explicación para justificar lo que le pasó, a la víctima las cosas le
pasan. Pero son solo explicaciones, con ellas o sin ellas nada cambia.
Interpreto al responsable como el
hacedor y a la víctima como el espectador, uno juega el partido, el otro ve
como otros lo juegan. El tema es cuando ese juego es nuestra vida, ¿voy a
perderme la posibilidad de jugar mi juego?
Quiero hacerme responsable de lo que me pasa, de ser feliz y hacer felices a los demás,pero cómo me cuesta,claro es mas fácil verlo desde afuera,no sentirme parte de lo que me pasa,pero se que debo hacerlo,sino nunca voy a lograr un cambio positivo,pero lo quiero y por lo tanto voy a dirigir yo ese vuelo,para obtener un buen logro .
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