Soy consciente de que para que estas
maravillosas experiencias que vivo mientras vuelo tengan lugar, hay un par de
cosas previas que suceden, que resultan indispensables, ellas son un
mantenimiento adecuado del avión y el chequeo pre-vuelo, y digo que resultan
indispensables, porque, como me dijo un piloto cuando yo estaba aprendiendo a
volar, allá arriba, en el aire, no hay banquina y tirarse al costado de la ruta
y ponerse a reparar algo, no es una posibilidad. Y si bien no podemos controlar
que nada se descomponga o se rompa, si podemos hacernos responsables de
realizar estas tareas con miras a que estos eventos no sucedan, o por lo menos
minimizarlos todo lo posible.
Normalmente no se espera a que algo
falle o se rompa, cuando cumple una cantidad de horas voladas hay cosas que son
reemplazadas, cosas como bulones, bujías, remaches, seguros, etc., pues se
considera que tiene un desgaste del material, un agotamiento con el cual pierde
seguridad. Otra cosa importante es que no utilizamos cualquier combustible, nos
fijamos en una marca de combustible que consideramos de buena calidad. Lo mismo
con el aceite, utilizamos el mejor aceite y sintético, que es el que más va a
cuidar nuestro motor. Cuidar a mi Caleu en definitiva también es cuidarme a mí
mismo.
Cada
vuelo siempre comienza con el chequeo del avión. El chequeo consiste en una
minuciosa inspección de todo el avión con un recorrido que comienza por la
cabina. Comandos, palanca adelante y atrás, el timón de profundidad baja y
sube; palanca a izquierda y luego a derecha, observamos como sube el alerón
izquierdo y baja el derecho, y luego a la inversa. Altímetro en cero.
Velocímetro en cero, contacto en off, verifico el acelerador en todo su
recorrido, muevo la palanca de freno. Verifico la rueda de nariz, la presión,
los cables que la comandan, los bulones, los seguros. Que no haya movimiento en
la nariz del avión. Observación visual de la hélice, pasamos la mano para
sentir que no haya golpes, seguimos con el motor: toco el filtro de aire, los
cables de bujías, verifico los seguros de los capuchones, los bulones que
sujetan el motor, que el caño de escape esté firme, con sus resortes y seguros
en orden. La rueda derecha, de nuevo presión, bulones y seguros. Ahora es el
turno del ala derecha, bulón de encastre, pasamos las manos por todo el borde
de ataque verificando las costillas y que el recubrimiento del ala esté sano,
montantes y sus bulones, seguros de la roldana del cable de comandos,
verificamos el tubo pitot, aplicamos un movimiento al ala desde la punta para
constatar que esté firme. Borde de fuga, observamos que estén en orden los
seguros de los bulones del alerón, que el alerón se mueva libremente en todo su
recorrido, los terminales del cable de comandos que llegan al alerón, bulón
trasero de encastre del ala. En la cola verificamos el recubrimiento de las
superficies, que esté libres de rasgones o agujeros, los seguros, movimiento en
todo su recorrido y toma de los comandos de dirección y profundidad. Tanque de
combustible, fijación, cantidad de combustible, tapa bien cerrada y ahora todo
lo del ala izquierda igual que la derecha, rueda izquierda y finalizamos el
chequeo. Son aproximadamente diez minutos que le dedicamos a este proceso
previo a cada vuelo.
El
avión es nuestro cuerpo en el cielo a la hora de volar y lo cuidamos. ¿y si
estamos en el suelo? ¿tenemos conciencia de que tenemos un cuerpo? ¿lo
cuidamos? ¿sabemos qué es cuidarlo? ¿podemos ver que si cuidamos nuestro cuerpo
tendremos un cuerpo más saludable? ¿podemos ver que con un cuerpo más saludable
somos más libres? ¿distinguimos cuando nos habla? ¿qué nos dice nuestro cuerpo?
¿lo escuchamos?